En el año 2016, el entonces presidente de la Nación, Mauricio Macri, le traspasó la gestión de la policía a la Ciudad de Buenos Aires, y a su vez le transfirió los recursos monetarios para hacer frente al gasto- duplicando lo que le correspondía por coparticipación, sacándose al presupuesto de la PBA. El monto ahora está en debate pero a pesar de tener fondos suficientes a la gestión en seguridad al gobierno porteño no le fue tan bien.
En apenas cuatro años, según datos oficiales de la dirección de Estadísticas y Censos de la Ciudad, la tasa de delincuencia cada 100 mil habitantes pasó de 5.730 a 7.199.
La mayor proporción de delitos son contra la propiedad (4.379), seguido contra las personas (1001, sumados los dolosos y culposos) y estupefacientes (916).